miércoles, 18 de enero de 2017
miércoles, 26 de septiembre de 2012
martes, 16 de junio de 2009
Críticas
«La senda de los diálogos perdidos es una de las primeras novelas de la generación que ha vivido con formas de comunicación en tiempo real (del chat a Gran Hermano)»
Juan Villoro
Juan Villoro
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«La senda de los diálogos perdidos ofrece muchos ángulos para quien se inicie en ella, empezando por la voluntad experimentalista o por la discusión que podría plantearse acerca de si se trata de un volumen de cuentos o de una novela […], y continuando por la violencia que la atraviesa desde el mismo uso del lenguaje (como teclas desafinadas de un piano), abarcando la totalidad del mundo representado»
Carmen Vincenti
-Carmen Vincenti
«En su obra, ese juego de velar la intimidad a medida que la va revelando (e inventando) está absolutamente bien logrado»
Miguel Gómez
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«En la obra de Morenza se encuentra Caracas, se encuentra el derrumbe que el país vive desde hace años, con esa alegoría de una forma inasible, inestable, que es la que ha adoptado la nación y que él (consciente o inconscientemente) estás retratando»
Miguel Gómez
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«Mario Morenza es uno de los jóvenes más talentosos de las nuevas plantillas venezolanas de narradores»
Linsabel Noguera
Miguel Gómez
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«En la obra de Morenza se encuentra Caracas, se encuentra el derrumbe que el país vive desde hace años, con esa alegoría de una forma inasible, inestable, que es la que ha adoptado la nación y que él (consciente o inconscientemente) estás retratando»
Miguel Gómez
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«Mario Morenza es uno de los jóvenes más talentosos de las nuevas plantillas venezolanas de narradores»
Linsabel Noguera
Sinopsis
Un conjunto de historias cortas sobre los habitantes de un bloque de pisos en Caracas nos sumerge en un entramado de voces que explora la soledad, la incomunicación y el caos que rebosa la ciudad.
Se trata de una vitrina donde se exponen los estereotipos más comunes en todo complejo residencial. Este conjunto de relatos modela la vida de cada uno de los individuos que forma parte del grupo vecinal del bloque 4 de la urbanización Carlos Delgado Chalbaud. Bajo la distancia del que observa y busca representar lo que lo rodea, pero también desde la intimidad del hogar, de la habitación, un individuo intenta comprender la frustración, el desasosiego y el odio de estas personas, muchas veces con humor, algunas con ternura, otras con rabia.
En cada planta, en cada piso, se hallan los más diversos personajes, todos esperando ser contados. Lo que nadie esperaba es que fuera uno de ellos el que se atreviera a darle forma a sus vidas en las páginas de este libro.
Se trata de una vitrina donde se exponen los estereotipos más comunes en todo complejo residencial. Este conjunto de relatos modela la vida de cada uno de los individuos que forma parte del grupo vecinal del bloque 4 de la urbanización Carlos Delgado Chalbaud. Bajo la distancia del que observa y busca representar lo que lo rodea, pero también desde la intimidad del hogar, de la habitación, un individuo intenta comprender la frustración, el desasosiego y el odio de estas personas, muchas veces con humor, algunas con ternura, otras con rabia.
En cada planta, en cada piso, se hallan los más diversos personajes, todos esperando ser contados. Lo que nadie esperaba es que fuera uno de ellos el que se atreviera a darle forma a sus vidas en las páginas de este libro.
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